El trayecto desde Padrones de Bureba hasta la cascada de La Huevera ronda un desnivel inferior a los 100 metros y sus 2 kilómetros aproximados de distancia lo convierten en una cómoda caminata que transcurre mayormente por la PRC-BU 220 Sendero de los valles de Las Cantabranas y Valdelapelilla, una ruta señalizada que forma parte de la red de Senderos Homologados de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León (FDMESCYL).
Comenzamos saliendo de la Plaza Mayor. Junto al río se encuentra el punto de información turística donde podemos tener un mejor conocimiento de la flora y la fauna que nos rodea además de detallarse en él la ruta antes mencionada


Cruzamos el puente de Mediavilla para después girar a la izquierda por la calle Goz.


Tras salir del casco urbano aparecerá ante nosotros el área recreativa de Fuente Goz, un merendero con mesas donde también podemos proveernos de agua si es necesario.

Continuamos nuestro apacible paseo mientras el camino de herradura sigue serpenteando entre arboles y prados que tuvieron mejor suerte hasta llegar al puentecillo de Vallota, un paso habilitado para sortear el agua si ésta hace acto de presencia.

Unos metros antes, casi imperceptible para el nobel viajero, nace la fuente de La Fachenda. Hemos andado 700 metros.
Aviso: Una vez que pasamos el puente de Vallota podemos encontrar zonas con el piso embarrado debido a la crecida del arroyo por lo que se recomienda llevar el equipamiento apropiado.
Nuestro recorrido se endereza por momentos con el río a su derecha. Seguimos de frente, dejando atrás un colmenar situado junto a un cruce de caminos, hasta alcanzar un quejigo centenario conocido como el roble de Navaespina, nombre de un paraje cercano. Es en este punto donde el camino se bifurca de nuevo convirtiendo la PRC-BU 220 en una ruta circular.

Abandonamos el roble y cruzamos un pequeño puente de madera próximo. Si no baja agua bajo sus tablas difícilmente lo hará en la cascada. Unos metros más adelante salimos de la PRC-BU 220 por la que hemos transitado desde nuestra salida para tomar un desvío a la izquierda. Quedan 400 metros.


El sendero se estrecha adentrándose en un vallejo a la vez que atravesamos algunas pasarelas de madera que salvan el cauce del arroyo. Un breve sube y baja nos anticipa la visión de la cascada. Hemos llegado.

Como podéis ver se trata de un pequeño salto de agua que no deja a nadie indiferente. Un rincón de ensueño en el extremo sur del Valle de Las Caderechas, no muy lejos ya del páramo pozano. Todo un espectáculo.
Si somos atrevidos podemos también ascender por la escalera de madera que nos lleva, con la ayuda de un cable, hasta otro salto de agua de menor envergadura que encontramos más arriba.
Tiempo estimado: 35 minutos caminando sin prisa. Ida y vuelta 1 hora y 10 minutos.
Señalización:
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